Archivo mensual: marzo 2012

Decidir

Sirva para arrancar alguna duda en nuestro caminar

 La vida son decisiones. Creo que no hace falta tener mucha edad para darse cuenta de que a cada paso, tenemos que tomar una decisión, pero ¿En base a que la tomamos?, ¿Es fácil decidir?, ¿De qué depende?. Las circunstancias que nos quieren vestir de decisión son multiples y variadas. Cada paso improvisado hacia el futuro supone adentrarse en un laberinto compartido en el que las decisiones no siempre las tomamos por nosotros mismos. ¿Sigo hacia delante?, ¿Me quedo con lo que tengo?, ¿Y si no lo consigo?, ¿Y si fracaso?, Pero, ¿Me voy a quedar siempre estancado?, ¿Debo hacer caso de lo que me dicen?, ¿Debo de tomar las decisiones por mi mismo?, ¿Hago esto aunque me parezca que está mal?, ¿Tenemos que hacer caso a alguien?, ¿Tengo que pensar en las consecuencias cuando haga algo?, ¿Y cómo sé lo que va a ocurrir?, ¿Cómo puedo predecir el futuro?, ¿Cómo sé donde están mis límites?, ¿Arriesgo?, ¿Trato de cruzar el umbral de me lleva de lo confortable a lo inesperado?, ¿ En qué lugar queda mi voluntad cuando me dejo guiar por otros?, ¿Debo mirarme siempre al ombligo?, No quiero equivocarme pero , ¿Y si ocurre?, ¿Qué hago entonces?.

 El peso de la incertidumbre es muy grande. En nuestro afán de querer controlar todo lo que hacemos (incluso lo que hacen los demás) descubrimos que la vida es mucho más grande que la  estrategia de control que habíamos programado.  Entrar en el juego de las decisiones es inevitable, porque si tu no eliges, van a elegir por ti y posiblemente esta indecisión se quede clavada como una espina en un inconsciente que gritará una y otra vez ¿Qué hubiera pasado si….?.

 Para decidir hay que ser valiente y en cierta forma todos lo somos. Valiente no significa imprudente, descerebrado, alocado,…Valiente significa tomar una decisión por uno mismo. Valiente significa afrontar la incertidumbre con la confianza de aquel que sabe que a pesar del resultado final, uno ha hecho todo lo que estaba en su mano. Valiente significa que enfrentarse a los miedos internos. Valiente significa levantar la mirada, erguir la espalda y mirar cara a cara a la realidad. Valiente significa cuidar de uno mismo y de su entorno. Valiente significa saber que cada decisión que tomamos es una bocanada de aire fresco en nuestro proceso de crecimiento personal, en nuestro proceso de maduración. Afortunadamente hay muchas personas que nos ayudan a ser valientes.

América del Sur

Sirva para descubrir las joyas de nuestro mundo.

Muchas han sido las ocasiones en que nos encontramos frente a una maravilla de la naturaleza. Muchas son las ocasiones que las palabras se reducen al mínimo porque la experiencia nos eclipsa con emoción. Muchas son las veces que nuestra mirada se vuelve vidriosa porque las lágrimas quieren apreciar la maravilla natural que tenemos enfrente. Muchas son las veces que nuestra cabeza se inclina a las maravillas de una Sudamérica que nos sorprende con bellas pinceladas que nos regalan el más bello de los escenarios.

La gente, la cultura, los ritmos, las tradiciones, la naturaleza, las sonrisas, las miradas, la hospitalidad, la lucha, la constancia, el talento, la dulzura, la entrega, la pasión, la esperanza, la originalidad, la vitalidad, la imaginación, el vigor y la emoción, la generosidad, la……muchos son los apellidos que acompañan al nombre Sudamérica. Pilares que han hecho una tierra grande, fuerte y especial. Países de contrastes, de ilusiones rotas pero con esperanzas eternas, de tropiezos dolorosos pero con enormes ganas de luchar, de realidades tristes pero con futuros alegres. Países con una tierna disposición para tratar a las gentes, con una fraterna empatía para vivir con el otro, países con un sentimiento de unidad que hace remontar cualquier situación complicada.

Muchas fueron las culturas que pasaron y regaron las raíces de tierras que siguen creciendo cada día. Culturas que enseñaron al mundo que la vida es mucho más que lo que tenemos, que la vida no se limita a lo que vemos sino que puede trascender a lo que imaginamos. Muchas culturas que nos llenaron el cuerpo de ritmos biológicos que marcaron la pauta de un palpitar que sólo quiere comer alegría. Regalos que Dios nos quiso entregar a través de América.

Surge de mi interior una fuerte bocanada de agradecimiento que engloba el total de una tierra que respira libertad, justicia, compromiso. Agradecimiento a todas aquellas personas que conocí que huelen cada día esa tierra con fragancia especial. Agradecimiento a todas aquellas personas que no conocí pero que siguen regalando al mundo un estilo de vida, un ritmo alegre y una cultura antigua. Agradecimiento para todos los que se sienten hermanos de una tierra que siempre suma en el correr del tiempo.

Dios

Sirva para dar un fogonazo de esperanza.                        

Muchas han sido las palabras que han tratado de decorar la experiencia de Dios. Muchos han sido los referentes que nos han ayudado a entender que la razón no es suficiente, pero aún así hay veces que cuesta sentir ‘su presencia’ cuando el Mal acampa entre nosotros.

El concepto de Dios no es lineal, ni encasillable. Dios es mucho más grande que la percepción limitada que podamos tener cada uno de nosotros. Los límites de la razón que nos mostró Kant, son frontera con algo trascendente que engloba mucho más que nuestra persona. Entendemos las pinceladas de Dios a través de nuestro jeroglífico personal, afortunadamente hay pautas y personas que nos pueden ayudar a descifrar. La presencia de Dios está en nosotros, pero casi nunca la escuchamos porque estamos demasiado pendientes de escucharnos a nosotros mismos. El globo interior está tan lleno que no deja espacio para Dios ni para nadie. Es nuestro propio Ego el que asfixia la presencia de lo ‘Superior’ y nos enfada cuando nos damos cuenta que tenemos limitaciones.

Buscamos la presencia de lo divino con las mismas coordenadas que buscamos ‘lo nuestro’, y por eso no solemos encontrar nada, pensamos que es un engaño. Buscamos la presencia de lo divino con la voluntad de control que nos marca la sociedad y los tiempos de Dios no son los nuestros. Dios es gratuito. Buscamos la presencia de lo divino tratando de poner encerronas para salir victoriosos con nuestro Yo y por ahí encontramos contradicciones o silencio.

Dios da libertad a la vida y es la misma libertad la que, a veces, nos confunde. La vida hace, se mueve, respira, tropieza, responde. Los reflejos de Dios se perciben en las experiencias especiales, en los silencios, en las miradas, en los abrazos, en las notas musicales, en las palabras inesperadas, en los besos sinceros, en la entrega gratuita, en la esperanza prolongada, en la lucha por la dignidad, en la escucha activa, en el compromiso fiel, en el acompañamiento de corazones, en el cuidado del otro. Los destellos de Dios son regalos que no se encuentran en la voluntad caprichosa de un ‘ahora’ puntual. La rectitud y elegancia en la escritura de  Dios la percibimos en los renglones torcidos de un vida que nos pide acción cada segundo.

Dios es amor y el amor espera, no pide nada a cambio, mira con una sonrisa agradecida, acaricia los momentos delicados de la vida, hace lo posible por su enamorado, no guarda rencor, el amor, como decía San Pablo en aquella famosa carta a los Corintios, no pasará jamás.

Conócete

 

Sirva este video para profundizar en nuestro confuso YO.

¿Quiénes somos realmente?, ¿Aquello que la gente ve?, ¿Aquello que oculto para que no me hagan daño?, ¿Cómo soy?, ¿Quién soy?, ¿Es necesario conocerse?, ¿Puede vivir uno sin saber realmente quién es?, ¿Cómo podemos encontrarnos con nuestro YO?, ¿Es necesaria la ayuda de los demás?, ¿Es fácil acceder a nuestro interior?, ¿Sirve de algo buscarse en el silencio?.

Es sencillo vivir la vida de cara a la galería. Es sencillo estar pendiente de las cosas que ocurren a las personas de nuestro alrededor. Es sencillo gastar el tiempo en dimes y diretes que no nos afectan en nada, pero ¿Nos ayuda a vivir?, ¿Es una vida plena estar pendiente del folclore externo?, ¿Nos sentimos realizados cuando nuestra vida forma parte del espectáculo?.

Las sendas personales marcan itinerarios propios. Las vidas de cada uno son recorridos que sólo uno puede vivir, a pesar de las ayudas, opiniones o consejos. Las decisiones acertadas, no dependen de la interpretación subjetiva de otras personas que creen conocerte, que creen saber lo que vives, que creen percibir tus sueños. Mucha gente de nuestro alrededor querrá formar parte de nuestro destino personal colaborando con su opinión pero ello no puede ser únicamente nuestro cuaderno de navegación. Sólo nosotros conocemos nuestros vientos favorables, nuestras marejadas propias, nuestros monstruos marinos. El silencio es el mayor confesor de un interior que tiene mucho que decirnos.

La apariencia es la bruma que utilizamos para zambullir nuestros miedos en la confusión de la multitud. No queremos reconocer lo que pensamos y buscamos en los demás los blancos del dolor propio, las dianas donde sacudir el azote de la incertidumbre. La vida ‘exterior’ muestra el desconcierto de múltiples voces que tratan de coger las riendas de unas vidas que se miden en el corto plazo.

Ya relatan los antiguos griegos aquel aforismo que aparecía en el templo de Apolo en Delfos, ‘Conócete a ti mismo’, como punto de partida para una vida con pilares fuertes, consistentes, reales. Conocerse no es fácil, pero es imprescindible. Conocerse supone enfrentarse a los miedos personales, a las fobias pasajeras, a los límites infantiles. Conocerse supone abrir el corazón a la realidad, explorar más allá de los límites del otro, decidir a favor de una vida consciente. Conocerse supone saltar las murallas de una algarada que quiere dejar de vivir su vida para vivir la de los demás. Conocerse supone conocer lo que puedes hacer y lo que no, lo que quieres conseguir y lo que no, hasta donde quieres llegar y hasta donde no.

Conócete a ti mismo. Busca en tu interior.

La ambición

Sirvan estas palabras para valorar nuestro impulso personal, nuestro arranque del alma.

¿Es buena la ambición?, ¿Hasta qué punto es favorable?, ¿Dónde está el límite entre lo permitido y lo peligroso?, ¿Es bueno rodearse de gente ambiciosa?, ¿Tiene la ambición un solo camino?, ¿Todo el mundo es ambicioso?, ¿Ambición significa crecer?

El desarrollo humano necesita del crecimiento personal y muchos son los caminos permitidos para ello. La persona en su búsqueda individual trata de superar las fronteras personales, trata de sostenerse con el impulso de una fuerza interior que le hace crecer, esta es la ambición. Las diferentes caras de la ambición hacen que tenga un perfil poliédrico. Muchas veces reconocemos la representación de este viento tan potente por los rostros que lo acompañan. Nos dejamos llevar por sus modos o maneras y no vemos a trasluz lo que nos quiere mostrar. La ambición es el adalid de una batalla personal contra los límites, contra los miedos, contra los fracasos. La ambición es la áurea más codiciada de la superación propia.

Se necesita ser ambicioso para querer a alguien, para sentir a alguien, para comprender a alguien. Se necesita saber lo que es la ambición para ponerse en la piel del otro y entender lo que siente, lo que vive, lo que sufre. Para conocer la realidad hay que saltar, hay que arriesgar, hay que vivir sin el paracaídas de una monotonía aburrida. La ambición es el aliento de aquellos que desean vivir, aprender, enamorarse, soñar, disfrutar, sufrir, descubrir, aguantar, reir, palpitar, superar.

La ambición tiene muchas caras. Hay gente que, siendo embaucada por el caudal ambicioso, necesita atarse al mástil de la realidad como Ulises frente al canto hipnotizador de las Sirenas. La realidad, que es muy caprichosa, pone el sentido común necesario para rebajar las pretensiones fantásticas que la cabeza del ambicioso ilusiona. Como la maga Circe con Ulises, la realidad aconseja una dosis de ambición pero a pesar del canto embaucador se requiere mantener los pies en el suelo.

No es malo ser mejor de lo que eres ahora, es más, creo que es necesario. Es necesario sentir en tu piel la posibilidad de seguir haciendo cosas, de seguir aprendiendo, de poder desenvolverte en situaciones que antes ni te las imaginabas. Es necesario ser capaz de afrontar miedos que vienen generados por el desconocimiento. Es necesario romper los cristales de la jaula doradas de una vida inerte en la que el oxígeno cotidiano es capaz de adormecerte. Es necesario salir por la puerta de la libertad y encontrarse con los mundos desconocidos que multiplican las capacidades de uno, los recursos de uno, las ilusiones de uno. Es necesario ser ambicioso para poder abarcar empresas que requieren salir del espectro personal. Es necesario ambicionar la búsqueda del Otro a través de la mirada de lo pequeño. Es necesario querer dar un paso más en el segundo siguiente a la lectura de estas palabras. La relación con los otros es el mejor calibre para nuestra ambición.

La ambición pide sentido común, pero el sentido común pide ambición.

Gratis

Sirva este video para entregar todo lo que tenemos de la mejor forma posible, gratis.

La palabra gratis tiene mucha fuerza. Hay momentos en los que sólo somos conscientes de esta palabra cuando la dirección de entrega parte de nosotros para que la reciban otros, y es ahí donde nos paramos a pensar si lo tenemos que hacer o no. El problema es que nos resulta más difícil darnos cuenta de las cosas que hemos ido recibiendo (y seguimos recibiendo cada día) de una forma gratuita. Estar inmersos en una red de entregas que requieren un peaje, nos hace pensar que todo lo que hacemos debe de tener un coste o que todo lo que recibimos debe de tener un precio. Pero es posible que las cosas más fundamentales de la vida hayan decidido, desde siempre, quedarse fuera del mercadeo que tanto nos gusta.

La satisfacción más grande no viene con la rúbrica de un valor material adquirido. La satisfacción más grande viene del trabajo bien hecho y eso no requiere, especialmente, de una adquisición material de algo. La sonrisa, el abrazo, el agradecimiento, el beso, la mirada de felicidad, el guiño de ojo, la cara de sorpresa…esos son los verdaderos premios que nos hacen entrar en el juego de las emociones que nos permiten sentir, una vez más, la sensación placentera y plena de la felicidad. Cuando se da gratis, no se espera recibir nada. Es únicamente una entrega desinteresada que sólo busca la satisfacción, el bienestar, el acomodo o la felicidad de aquel que recibe la entrega. La gratuidad de una acción solidaria, verdadera, llena de sinceridad. El aroma de lo gratuito sólo permite sonreir, respirar profundamente y paladear un gustoso sentido de ilusión.

Gratis es el cuidado de un Padre, la mirada de una madre, la protección de un hermano. Gratis es el abrazo entregado de un amigo, la sonrisa del enamorado, la ilusión de sentirse vivo. Dar gratis lo que gratis recibimos, esa es la fórmula para una vida sin beneficios utilitaristas ni canjes de conveniencia.

Sin olvidar lo que tenemos, entreguemos lo que somos.

Emprender

Sirva este video para alentar a los corazones más emprendores.

La palabra emprender tiene magia. Emprender significa ilusión, incertidumbre, proyecto, sacrificio, miedo, desconocimiento, alegría, nervios, lucha. Emprender significa que hay algo dentro que quiere dar un paso hacia lo desconoció. Emprender significa que el futuro está más cerca que el presente. Cuando aparece en escena la palabra ‘Emprender’, la rutina huye porque no puede aguantar la presión. Los sistemas mecánicos y repetitivos desaparecen porque el desconocimiento de un destino atractivo adquiere todo el protagonismo. Las estadísticas se muestras muy agradables al postor que las quiere camelar, pero la realidad ,en muchas ocasiones, no quiere bailar con las estadísticas porque no siguen el ritmo. El emprendedor quiere superarse. El emprendedor quiere saber hasta donde puede llegar y para ellos se lanza al vacio de un mundo que está lleno de posibilidades. Los emprendedores se alimentan de esperanza, de anhelo, de una imaginación que no quiere vivir en castillos mentales, sino que quiere sentir la realidad como tierra fértil para seguir creciendo. El oxígeno del emprendedor se llama confianza. Confianza que pide ir de la mano del trabajo. El éxito, la fortuna, sólo favorece a los audaces que son capaces de dar ese paso hacia delante. Audaces que saben que las dificultades que se van a presentar, serán oportunidades para seguir aprendiendo. Audaces que entienden que la vida es algo tan grande que no podemos dominar, que las situaciones que nos sobrevienen son las que son, pero que nosotros decidimos cómo debemos afrontarlas. Audaces que ocupan su tiempo en la búsqueda de la mejor forma de hacer las cosas.

El pasado condiciona. El pasado se convierte, en ocasiones, en nuestro peor enemigo. Pero el pasado puede ser un gran maestro que nos muestre aquellos errores que no se han de volver a cometer. La interpretación de las circunstancias es la clave para entender el proyecto del emprendedor. Las formas de percibir lo que vivimos es lo que determinará nuestra manera de mirar el presente y el futuro. No todo el mundo tiene el espíritu creador, pero eso no significa que no pueda crear. Todos somos creadores de una vida y eso ya es un gran proyecto.

Emprender es vivir con fe, es sentir que la utopía nos conduce hacia la realización personal. La sonrisa del futuro exitoso dependerá de los pasos hacia delante que estemos dispuestos a dar.