Archivo mensual: octubre 2011

Giros inesperados

Sirva para aceptar nuestra pequeñez

Hay momentos en los que la vida realiza sobre nosotros giros inesperados. Asiduamente tratamos siempre de generar posibilidades controladas para conseguir los resultados deseados, pero nos olvidamos que las riendas de la vida no están única y exclusivamente en nuestras manos. Componentes genéticos, sociales, culturales, afectivos generan en  nosotros almas de títeres a merced de un futuro lleno de incertidumbres. Posibles mutaciones, variaciones, transformaciones, conversiones cambian el rumbo de un patrón establecido. La falta de control nos duele, nos desespera, nos incomoda.

Quizá la experiencia de vivir sea saber entender mejor la improvisación del momento. Cuando la rutina se rompe por un giro inesperado, el futuro cambia de color, el tiempo se detiene y las circunstancias varían. Son historias diferentes en un mismo cuerpo, divididas por un segundo que marcan itinerarios diversos.  Ahí vemos el mundo fuera de nosotros, ahí vemos la pequeñez de nuestras vidas, ahí vemos el silencio de una senda etérea y queda la lucha interior contra los demonios propios, la espera activa para recobrar el rumbo, la confianza en un Dios que es muy ordenado pero que sigue escribiendo recto en reglones torcidos.

Frente al giro inesperado de la vida, la esperada confianza de un corazón que desea vivir.

Adios

Sirva para….

Fueron 24 años, sólo 24 años. La pasión por el deporte te llevó a entregar hoy la vida en el circuito con los compañeros alrededor, con las miradas fijas en tus movimientos. Y te vieron irte, te vieron parar de respirar, parar de moverte, parar de mirar. Mucha gente se quedó con ganas de decirte adiós, de darte un abrazo de despedida, de darte un beso o de darte las gracias por haber compartido tiempo e ilusiones con ellos. Vi a tu novia como te entregaba las lágrimas más bonitas como deseo de un encuentro futuro. Ha sido un shock que nadie esperaba. Todos pensábamos que las risas que salían del paddock minutos antes no iban a ser las últimas que nos ibas a entregar en esta vida. Nadie pensaba que las bromas que hiciste con los mecánicos serían el testamento del recuerdo que quieres que tengamos de ti; una persona querida, entregada, con ganas de vivir, con ganas de dedicar tiempo y alma a lo que más te apasionaba, las motos, la competición, la sensación de estar vivo a gran velocidad encima de ese regalo que desde bien pequeño te ha enseñado tantas cosas.

Quisiste estar con tu ídolo en el campeonato y lo conseguiste. Él te rinde homenaje con la tristeza de saber que tu pasión por el deporte es el fruto de un esfuerzo y dedicación por estar en lo más alto. La vida ha querido que hoy fuera tu despedida. Delante de mucha gente pero de forma inesperada para todos. Imagino que el leiv motiv de esta vida es vivir las cosas de forma inesperada, pero cuando sabes que ya no vas a volver a ver a alguien, cuando sabes que ya no vas a escuchar a alguien, esa incertidumbre se vuelve incómoda.

Todos te recordaremos como una persona feliz, risueña y entregada con pasión. Encontraste lo que más querías y no te importó dedicarte en cuerpo y alma a ello. Gracias por ser ejemplo, gracias por esos 24 años de vida, gracias por compartir este tiempo con nosotros. La memoria ya quiere tu testimonio para guardarlo al lado de los grandes. Gracias Sic.

ALTER EGO

 

Sirva para mirar con ojos de solidaridad.

Necesitamos sentirnos parte del grupo. Ya cuando venimos al mundo, formamos parte de un cuerpo externo que nos ha ido alimentando, cuidando, mimando durante nueve meses. No venimos solos, no podemos sobrevivir solos. Nuestra ubicación en el mundo no se puede percibir desde el punto individual de la persona solitaria porque, aunque nosotros somos los que tenemos que ejercer nuestra libertad, el mundo se constituye en un conjunto de redes del que, inevitablemente, formamos parte. La concepción Holista del mundo, como nos dirían los filósofos, nos enseña que sólo se pueden entender y explicar las cosas que ocurren cuando se ven en perspectiva general, desde el ‘todo’(Como decía Aristóteles ‘El todo es mayor que la suma de las partes’).

Los seres humanos necesitamos sentirnos parte de las redes sociales que conformamos. Necesitamos sentirnos acompañados y acompañar, necesitamos sentirnos escuchados y escuchar, necesitamos sentirnos partícipes y favorecer la participación. Nuestro SER en el mundo sólo se entiende desde la relación con los demás, desde la implicaciones de otras vidas en la nuestra y la nuestra vida en el conjunto. La sociedad de la que formamos parte se sustenta en base a las relaciones que establezcamos con nuestros semejantes. La conexión vital que hagamos con el OTRO repercutirá en la buen hacer de la sociedad. Miremos al otro como parte de nuestro ‘YO’.

Sentido de vida

Sirva para encontrar la senda que el corazón espera.

Muchas veces nos preguntamos qué sentido tiene nuestra vida. Muchas veces nos preguntamos si todo el esfuerzo que dedicamos en cada segundo que estamos en este mundo tiene algún por qué como respuesta. Desde la Filosofía, siempre se ha tratado de ir perfilando las preguntas para poder acatar una respuesta, pero con la misma facilidad que emerge la pregunta cuando estamos en situaciones personales de crisis, se escabulle en divagaciones etéreas que generan una nube de preguntas que no ayudan a contestar. La Filosofía se alimenta de preguntas abiertas, en contraposición a la Ciencia que lo hace a partir de hipótesis que necesitan respuestas cerradas, así pues, la pregunta acerca del sentido de la vida, conforma un poliedro de respuestas que enamoran a la incertidumbre de una contestación cerrada. Es posible que el sentido de la vida sea personal. Es posible que los mismos ojos que perciben el mundo desde una perspectiva única, generen a la vez un sentido de lo que hacen. Es posible que la vida no tenga sentido y la pretensión de buscarlo sea el fracaso de no encontrarlo.

Quizás el sentido de estar aquí, ahora, en este mundo que nos ha tocado vivir, coincidiendo en tiempo con aquellos que vemos y sentimos, sea poder decirle al mundo lo que pensamos, lo que vivimos. Tengo claro que todos tenemos una percepción personal del mundo, tengo claro que las ideas fluyen en nuestra cabeza con la pretensión de salir al mundo y ser escuchadas, pero no tengo tan claro que tengamos el coraje para poder manifestarlas y es ahí donde entra el conflicto de nuestra existencia. Ser, existir, vivir requiere la manifestación personal de nuestra aportación intelectual. No sólo pensar, sino también decir, comunicar, hacer. Quizá nuestro sentido sea dejar el legado de nuestra reflexión al mundo que vivimos y que nos continuará. Quizá el sentido de esta vida que nos ha tocado vivir, sea poder manifestar aquello que la naturaleza nos ha regalado, aquello que percibimos, valoramos y concluimos. Quizá el sentido sea ejercer de agente activo de nuestra propia vida. ¿Cuál es tu sentido de vida?

Sacrificio

Sirva para recordar que cada paso entregado a la vida, es recompensa de la vida por uno.

Cumplir con un sueño es uno de los mayores regalos que podemos disfrutar en esta vida. Para cumplir con los sueños necesitamos trabajar por ellos, arriesgar por ellos, luchar por ellos, sacrificarnos por ellos. No es fácil encontrar el camino que nos lleve a la satisfacción del trabajo bien hecho, pero si es posible armarse de valor y luchar por aquello que anhelamos. El esfuerzo, la dedicación, el sacrificio, la incomprensión, la locura, el rechazo, las lágrimas, la ilusión, la esperanza, son compañeros de viaje que acompañan el paso del tiempo con el fin de ver realizado aquello que tanto deseamos.

Las cosas cuestan, el sacrificio es nuestro. Si quieres algo tienes que esforzarte, nada es gratis. Las lágrimas que cubren nuestro rostro cuando el resultado es el esperado, son los diamantes naturales que la vida nos regala por el esfuerzo realizado. Adquirir el gen social del esfuerzo y sacrifico es generar un ADN de éxito para nuestras vidas. Saber que hay que trabajar para conseguir algo, es el premio de una lucidez que nos guía hacia lo que aspiramos. Las cosas imposibles pasan a ser difíciles.

Haz brotar la flor del sacrificio por aquello que quieres, riégala con el esfuerzo diario en un presente comprometido y el futuro te regalará la certidumbre de un deseo perfilado por el esfuerzo de la cotidianidad.

No hay suerte, hay trabajo.

Cuida tu tiempo

 

Sirva para cuidar el regalo más preciado que tenemos. El tiempo.

El tiempo no para por nada ni por nadie. Las circunstancias pueden ser muy variadas, favorables o desfavorables para uno, pero el tiempo sigue su curso sin atender a razones.

Es nuestro tiempo, el propio, el personal, aquel que tenemos que cuidar, mimar, preparar, orientar. Es nuestro tiempo el que tenemos que alimentar con los deseos e ilusiones que nos impulsen a cumplir los objetivos. Es nuestro tiempo, el que vivimos, el que tenemos que acariciar con metas posibles que nuestras virtudes contemplen. Es nuestro tiempo el que tenemos que aprovechar para seguir fieles a los designios de un instinto y una intuición que nos habla desde el inconsciente. Cuando queremos algo, tenemos que luchar por ello y sólo lo haremos viviendo los segundos de nuestro tiempo. La vida es corta y no podemos desaprovecharla viviendo los objetivos de otros. Tu tiempo es tuyo, los objetivos son tuyos, las obligaciones son tuyas, los compromisos son tuyos, los retos son tuyos, los sacrificios son tuyos, las satisfacciones son tuyas…..aunque todo lo vivimos acompañados, somos nosotros los que tenemos dar esos pasos para la consecución de lo que nos proponemos.

No olvides que el tiempo pasa. Pasa para todos, pero sólo tu tiempo es tuyo. Aprendamos a vivirlo con los demás, a compartirlo con los demás, pero a alimentarlo nosotros. Cuida tu tiempo.

Gracias

 

Sirva esta palabra para mirar al mundo con ojos diferentes.

Pocas veces utlizamos la palabra Gracias. Pocas veces miramos el mundo de forma agradecida. Pocas veces nos paramos a pensar lo afortunados que somos. Siempre estamos esperando que nuestra vida vaya a mejor, que el soplo de la fortuna azote nuestras vidas y el rumbo indeciso de los pasos elegidos siga los designios de un azar con cara sonriente, pero nada más lejos de la realidad. Poder abrir los ojos cada mañana y contemplar lo que nos rodea es un signo de fortuna al que la costumbre le ha erosionado su brillantez. Refugiarse en el regazo de una cama cada noche es el premio de haber vivido un día más. La gracia de poder estar ahora aquí es la sonrisa que esperamos de la diosa de la fortuna que un día nos entregó el presente como condición.

La inevitable proyección hacia un futuro que todavía no existe nos condena a esperar un provenir agraciado en el cual el ritmo de corazón baile al compas de nuestros deseos, pero los mismos ojos que buscan en el futuro, deben de encontrar en el presente el premio de saborear una vida en este mundo que merece recibir la mención de gratitud.

Gracias. Gracias por estar, gracias por mirar, gracias por buscar, gracias por esperar, gracias por encontrar, gracias por alentar, gracias por tropezar, gracias por luchar, gracias por abrazar, gracias por sonreir, gracias por bailar, gracias por llorar, gracias por comprometerse, gracias por reivindicar, gracias por escuchar, gracias por pensar, gracias por rectificar, gracias por emprender, gracias por arriesgar, gracias por cuidar, gracias por cumplir, gracias por todo….gracias por vivir.

Sigue hambriento, sigue alocado

Sirva este discurso de Steve Jobs, para hacer vibrar esa parte de nosotros que quiere permanecer al lado de la luz que nos da la seguridad.

Frente a la incertidumbre de un futuro incierto, nuestro instinto de supervivencia busca la seguridad. Queremos encontrar los diferentes salvavidas que nos rescaten de las situaciones cotidianas en las que encontramos dificultades para describir la solución por nosotros mismos. La vida, nos depara situaciones imprevisibles que requieren de un esfuerzo creativo para conseguir solucionar el problema en ese momento y con esas condiciones. El problema surge cuando el miedo a seguir creando nuestro propio destino nos hace agazaparnos en un rincón del mundo en el que nos sentimos protegidos, seguros, controlados, cuidados. El día a día en esa jaula dorada, se convierte en una vida dentro de una caja que sabemos que nos asfixia, pero la decoramos con argumentos preciosos que engañan a nuestra razón y la convencen para no moverse. El martillo de la conciencia vuelve una y otra vez a recordarnos que no somos felices, que no queremos seguir encerrados, que queremos salir, crear, probar, experimentar….pero la sombra del miedo aparece de nuevo y el coraje se esconde como la cabeza de una tortuga.

Steve Jobs nos recuerda que hay que seguir hambrientos, que hay que permanecer alocados, que nos tenemos que preguntar si lo que hacemos es lo que realmente queremos hacer. Tenemos que escuchar a nuestro cuerpo. Tenemos que seguir los dictados de nuestro corazón para cubrir los pasos de un sendero que nos llevan a nuestra vocación. Esos salvavidas que aparecerán en nuestra vida son sólo sitios de refresco para seguir nuestro camino hacia el camino incierto. No nos conformemos, no perdamos la fe. Podemos vivir haciendo lo que amamos y siendo felices. Busca y encontrarás.