Archivo mensual: agosto 2011

No estamos sólos

Sirva esta reflexión, para darnos cuenta de las personas que tenemos a nuestro alrededor.

Es fácil caer en la trampa de pensar que la vida que vivo es mía y sólo mía. Que las cosas que suceden sólo me suceden a mí y a nadie más. Que los problemas los tengo que resolver yo porque nadie está viviendo mi vida y soy el único que está bajo mi piel, pero nada más lejos de la realidad. No estamos solos, no vivimos sólo nuestra vida y las cosas que nos pasan a nosotros llevan mucha jurisprudencia encima. El ser humano es un animal racional  con dosis instintivas que le hace ser repetitivo, es por ello que vivimos en comunidades más o menos grandes que nos aligeran la pesada carga de experimentar situaciones que tienden a ser especiales. Hay muchas vidas a nuestro alrededor que nos sirven de lecciones para saber como reaccionar frente a situaciones imprevistas. Vidas que, de una forma u otra, llegan a formar parte de la nuestra.

Aunque somos actores principales de nuestro camino, siempre hay alguien al lado para acompañarnos, para escucharnos, para alentarnos. Somos nosotros los que tenemos que dar el paso, pero ese ‘alter ego’ nos alivia el dolor de la soledad. La soledad buscada es uno de los mayores regalos que jamás podremos disfrutar. Ir a dar un paseo por la orilla del mar, mirar a las estrellas y dejar la vida pasar, observar el paso del agua en el cauce de un rio, escuchar cómo el viento recorre el zig-zag que le marcan las ramas de los árboles…y hacerlo sólo, cuando quieres estar sólo, es una delicia. Pero la soledad forzada es muy dolorosa. El silencio escuece y el vacio que se produce, genera angustia. Es ahí, donde encontramos el valor más grande que tenemos, la amistad. Esas personas que te quieren como eres. Esas personas que no buscan nada a cambio, que dan su vida por ti como si fuera suya, que sienten el palpitar al unísono. Relaciones donde el tiempo y la distancia no entran a contruir murallas, donde no se generan vacios, donde no hay soledades. Personas que son acicates para realizar ese paso decisivo que tenemos que dar.

Disfrutemos de las personas que tenemos a nuestro alrededor, digámosles, de vez en cuando, GRACIAS! y así recordaremos de nuevo, que no estamos sólos.