Sirvan estas letras para acompañar el sentimiento de pesa.
Es muy difícil decir adiós. Es muy difícil aprender a alejarse de alguien que quieres, de alguien que estimas, de alguien que ha jugado un papel importante en tu vida. Es muy difícil volver a ubicarte sin esa pieza fundamental que siempre ha estado ahí, que te ha enseñado esos detalles esenciales que determinan nuestra forma de estar en el mundo, las notas musicales que harán que tu melodía personal encaje en la orquesta de los demás.
Es difícil encontrar palabras que aten sentimientos que siempre son únicos e irrepetibles. Es difícil transmitir a alguien esa emoción que arrasa tus tripas y condiciona tu estado emocional. Es difícil controlar esas lágrimas que quieren salir para despedir, desde lo más profundo del alma, a ese ser querido. Es difícil encontrar razones que justifiquen los hechos que no tienen justificación. Es difícil caer en la cuenta que hay algo más grande que nuestra voluntad que determina nuestra condición en este mundo.
Es difícil auto-convencerse que la vida sigue igual, cuando la vida ya no es la misma. Es difícil ver que el tiempo sigue su ritmo periódico y eterno sin detenerse ante hechos como este. Es difícil entender las frases que la gente dice cuando sólo de forma tangencial vive eso que tú experimentas. Es difícil ser consciente de que el ‘statu quo’ cambiará, porque esto no se detiene.
Ningún consuelo puede aplacar ese azote trascendente, pero nadie, nadie podrá arrebatar ese recuerdo bonito y primordial que se alojarán en el trono de los recuerdos. Nadie podrá borrar los besos cariñosos, los abrazos recibidos, las sonrisas acogidas, los maneras aprendidas, las miradas profundas, las lecciones magistrales, el carácter contundente pero modélico, la entrega incondicional, el sacrificio por los que más se quiere,….nadie puede arrebatar el recuerdo de una vida vivida plenamente. Nadie podrá borrar lo que tú no quieras borrar, nadie te hará olvidar, lo que tú no quieras olvidar.
Siempre en la memoria.
Va por ti.
Sirva para 