Hacia dónde nos dirigimos….

Sirvan estas palabras para pensar nuestras raíces, escuchar nuestros deseos y orientar nuestros impulsos.

Vivimos un momento convulso. Cambios políticos, incertidumbres financieras, desconciertos éticos, Instituciones caducas, normas cívicas bajo sospecha….¿Hacia dónde nos dirigimos?.

Ciertamente estamos en un momento de crisis. No quiero decir que la vieja profecía de los Mayas acerca de que el 2012 nos traería el final del mundo, fuera cierta, pero qué duda cabe que los momentos que estamos viviendo son históricos, novedosos y quizá preocupantes. Aires de cambio que si  guardaban aquellas palabras de los viejos mayas.

La incertidumbre abarca todas las esferas sociales. Si miramos desde las cúpulas, vemos que a nivel social y político el sistema ha sido pervertido bien por la propia naturaleza del mismo o bien por las personas que han regulado su fuero interno, han movido sus hilos, han gestionado sus normas. Todos dejamos surgir ‘Angeles y Demonios’ personales cuando aparece el poder. El resultado que tenemos ahora es devastador. La desconfianza crece y no parece que meras palabras acallen ese temporal que cada día aumenta con razón y quizá también con justicia.

No podemos permitir que nos tomen el pelo. Somos conscientes, en este tiempo de la información, de que todo, tarde o temprano, sale a la luz. La verdad tiene más fortaleza que la mentira y por ello, al final, siempre sale vencedora. Las personas que defienden una ética del interés encuentran una moral variable, efímera y de conveniencia. Eso supone que frente al movimiento circunstancial de la vida la disposición será variante y palabras como Responsabilidad, Honradez, Honor, Compromiso y Fidelidad pierden su sentido, se quedan vacías. Una pena, ¿verdad?.

Somos seres sociales por naturaleza pero la necesidad del instinto no determina qué sociedad debemos tener. El rumbo que coja será aquel que queramos para nuestras vidas. Tendencias pragmáticas, individualistas, comunitaristas o liberales son sólo modelos que han marcado diferentes momentos históricos pero no son ni definitivos, ni perfectos. En el papel cabe todo.

¿Qué sociedad queremos?, ¿Hacia dónde vamos?, ¿Con qué perfil de persona contamos?.

Generar individuos y no personas aislará más que fortalecerá, separará más que unirá, crispará más que conciliará. Que, como decía Hannah Arendt, ‘lo social’ no invada esferas privadas o públicas para destruir la unión personal que necesita nuestro mundo.

Lo que resuelve la acción personal que no lo rompa la acción burocrática.

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