Sirva para enaltecer tres pilares que parecen desaparecidos en la actualidad.
Alguna vez escuche que era importante tener en cuenta la regla de las tres ‘P’. Hacia referencia a tres consignas que pueden guiar la vida de una manera ordenada, coherente y racional. Las tres ‘P’ son ; Paciencia, Prudencia y Perseverancia.
La Paciencia, imprescindible como el oxígeno que respiramos. Necesitamos aspirar dosis consistentes de Paciencia para contraponer los arrebatos inesperados que la vida nos presenta a cada segundo. El devenir de nuestro presente más cercano es un títere que se maneja por tantas variables que nuestra voluntad se difumina en una maraña de coordenadas que no podemos contralar. Aunque la realidad que percibo no la puedo elegir, si que puedo escoger como afrontarla. La Paciencia me ensaña como domesticar un revés imprevisto que reubica nuestra posición en el mundo. La Paciencia es tan necesaria como el Sentido del Humor que la alimenta.
La Prudencia. Como decía Epicuro en la carta que le escribió a Meneceo ‘De la Prudencia ‘nacen todas las demás virtudes porque enseña que no es posible vivir feliz sin vivir sensata, honesta y justamente, ni vivir sensata, honesta y justamente sin ser feliz. Las virtudes, en efecto, están unidas a la vida feliz y el vivir feliz es inseparable de ellas ‘. La Prudencia determina nuestra forma de estar en el mundo. Nuestra forma de relacionarnos con los demás. Nuestra forma de interpretar lo que vamos viviendo. La búsqueda de la felicidad requiere de un equilibrio prudencial que marcará la senda que nos permita conseguir el objetivo deseado. No se puede vivir feliz sin Prudencia., porque no se puede vivir en soledad.
La Perseverancia constituye la esencia de los sueños. La semilla de la ilusión por conseguir aquello que deseamos, requiere de un microclima sostenido por el Sol Perseverancia. La luz que se requiere cada día para conseguir la felicidad viene proyectada por el astro de la constancia, el tesón, la tenacidad, el ahínco. La Perseverancia derrumba los miedos generados por el oscuro camino que se vislumbra en el futuro. Seguir hacia delante con Perseverancia supone mejorar aquello que creemos que somos, descubrir que nuestros límites solo son fronteras que nos vamos poniendo como justificación del miedo para seguir creciendo.
Cuando la Paciencia nos acaricia con afecto, podemos escuchar mejor a la Prudencia que nos invita a dejarnos llevar por la Perseverancia que lleva a sentir el abrazo de la Felicidad.